247. El elegido. Thomas Mann.
Esta novelita la escribió el escritor alemán en 1951. El es famoso por La montaña mágica y Los Buddenbrook. Recibió el premio Nobel en 1929.
Esta obra es sorprendente. Está preciosamente escrita, con un ritmo estupendo, imita un estilo ligero medieval y el narrador participa varias veces. Sin embargo, el tema es verdaderamente truculento, ya que narra la historia de unos hermanos que cometen incesto y tienen un hijo. El bebé es abandonado a su suerte en un bote en el mar. El bebé (llamado Grigors) es rescatado por un sacerdote y lo cría con ayuda de una familia de pescadores. Con el tiempo, el joven Grigors se entera de los pormenores de su nacimiento y abandona el monasterio para redimirse, como caballero. La mala suerte lo sigue rondando pues, sin saberlo, llega al condado donde gobierna su madre. Ahí pelea con un enemigo que mantiene sitiada la ciudad, al que vence. La gobernante se desposa con Grigors. Sucede un segundo incesto. Cuando ambos se enteran de la verdad, él le ordena que se dedique a cuidar enfermos y apestados y él peregrina hasta retirarse a un islote en medio de un lago. Aquí sucede una transformación digna del mejor realismo mágico, pues Grigors se mantiene vivo bebiendo una sustancia que mana de una piedra y con el tiempo provoca que él se reduzca en tamaño hasta tomar la forma de un erizo. Al cabo de 17 años, un par de amigos tienen una revelación divina en Roma y se les encarga que busquen a Grigors, porque será convertido en el nuevo Papa.
Redención, pecado, culpa y perdón son los temas de este magnífica obra. El escritor se basó en el poema épico Gregorius, escrito en 1190 por Hartmann von Aue.
4/5
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