246. Yo, Julia. Santiago Posteguillo.

En esta novela de largo aliento (700 páginas), el laureado escritor español recrea la vida y época de Julia Domna, esposa de Septimio Severo, un gobernador romano que se convertiría en emperador. 

Interesante y emocionante. 

El lenguaje que usa en su mayoría es seco y sintético, algo así como el de las novelas policiacas llevado a la historia. Eso sí, muchas palabras y frases en latín para que se note de lo que se habla. Pero hay pasajes muy buenos, hechos con una prosa más florida. 

Una virtud de la novela es que no tiene anacronismos y eso se agradece mucho. Por otra parte, la estructura no es muy adecuada porque en cada inicio de capítulo grande (o libro) hay entradas de un ficticio diario del médico de la familia, Galeno, que más que eso parece ser la explicación moderna de lo que acontecía. Tambén hay muchas referencias o pies de página y una cita original de un espectador de la época. Al inicio de cada capítulo grande está la foto de una moneda acuñada para celebrar la asunción al imperio de los gobernantes. Algo chocante es que en cada segmento de la trama coloca el lugar y la fecha en que se desarrolla, aunque es necesario para no perderse.

No soy gran aficionado de las novelas históricas, principalmente porque uno ya sabe cómo terminó la cosa, pero esta está muy interesante. La novela ganó el premio Planeta de 2018. 

Posteguillo es filólogo y doctor en historia y como lo comenta en el epílogo, trató de apegarse lo máximo a los eventos reales. Creo que eso es uno de los problemas creativos en este tipo de literatura, que por más que se quiera no hay lugar para la invención.

Muy recomendable para los que les gusta el género.

 

3/5