236. Los autonautas de la cosmopista. Carol Dunlop y Julio Cortázar.

 

Magnífico.

 

Es 1982. Al gran Julio y a su esposa se les ocurre un proyecto curioso: documentar el viaje y la estancia de la pareja en la autopista París-Marsella, un trayecto de 830 km. Las reglas: visitar dos paraderos al día (pernoctando en el segundo) y no salir de la autopista. Con esto en mente y después de un enorme esfuerzo de planeación, en la primavera, la pareja inicia el viaje. El resultado es este libro insólito, divertido, absurdo, profundo, surreal y de descubrimiento (300 págs).

El texto y el estilo está tan pulidos que es casi imposible detectar quién de los dos escribe algunos de los segmentos. La prosa es rica y fluida. Aparecen varios recursos conocidos de la obra de Cortázar, como la invención de términos e historias entretejidas. Además, al inicio de cada día del viaje, se hizo la anotación “científica” de la situación del trayecto: tiempos, temperaturas, menú, orientación y lugar de pernocta. También, está ilustrado profusamente con fotografías del viaje y con dibujos hechos después por el hijo de Carol.

Este libro ha madurado correctamente y lo que en esa época, hace 40 años, era innovador, ahora es común y corriente. Ese es el fruto del boom latino en nuestra literatura actual. Dentro de una semana, aparecerá un nuevo libro, Las cartas del boom, con la correspondencia entre autores de esta corriente (García Márquez, Vargas Llosa, Cortázar y Carlos Fuentes) y será otra oportunidad para conocer y analizar las formas creativas con que se fraguó este movimiento.

 

Muy recomendable.

 

5/5