112. LAS VUELTAS DEL TIEMPO.
Agustín Yáñez.
Este autor es un clásico de la literatura mexicana, produciendo obras a mediados del siglo XX. Se le conoce por novelas como Al filo del agua o La tierra pródiga. También fue funcionario público.
Me leí esta novelita y recibí una impresión ambigua. El tema principal es el entierro del general Calles, un poderoso hombre de la Revolución, ex presidente y fundador del partido en el poder (hasta ahora). Así, en un batiburrillo de personajes, se desglosan los quereres y odios que la gente tuvo por esta persona y que todavía a nuestros días llegan esas reverberaciones, dado que no se le juzga claramente como un bienhechor o lo contrario.
La trama no es clara y se complica porque no parece haber un desarrollo. La gente que lo lee debe conocer adecuadamente lo que fue la Revolución Mexicana y vaya que eso no es fácil. Pero bueno, sirve para darse una idea de cómo era el México de la época, mediados de siglo, cuando el tata Lázaro ya había perdonado al Prohombre y éste moría plácidamente en su cama en la Ciudad de México.
Este autor es un clásico de la literatura mexicana, produciendo obras a mediados del siglo XX. Se le conoce por novelas como Al filo del agua o La tierra pródiga. También fue funcionario público.
Me leí esta novelita y recibí una impresión ambigua. El tema principal es el entierro del general Calles, un poderoso hombre de la Revolución, ex presidente y fundador del partido en el poder (hasta ahora). Así, en un batiburrillo de personajes, se desglosan los quereres y odios que la gente tuvo por esta persona y que todavía a nuestros días llegan esas reverberaciones, dado que no se le juzga claramente como un bienhechor o lo contrario.
La trama no es clara y se complica porque no parece haber un desarrollo. La gente que lo lee debe conocer adecuadamente lo que fue la Revolución Mexicana y vaya que eso no es fácil. Pero bueno, sirve para darse una idea de cómo era el México de la época, mediados de siglo, cuando el tata Lázaro ya había perdonado al Prohombre y éste moría plácidamente en su cama en la Ciudad de México.
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