42. LAS MUERTAS.
Jorge Ibargüengoitia.
Un clásico. Mi hija lo acabó de leer y aproveché para leerlo otra vez, con obsesión, sin soltarlo hasta terminar, en dos días. Tenemos varios libros del autor, a mi me gustan especialmente los de relatos cortos, que son los más jocosos.
El autor narra con estilo periodístico el caso de las Poquianchis, las lenonas famosas de los 60s. Al ver la descripción, se da uno cuenta que las tramas de corrupción, crimen y desamparo de los débiles siguen intactas en el México actual.
Ibargüengoitia describe con prosa sencilla, pero eficaz, las circunstancias de la degradación del negocio de dos madrotas. A primera vista, las lenonas son culpables de todos los delitos imaginables, pero con esta descripción uno puede darse cuenta que las victimarias también son víctimas y se encuentran conexiones a la obra de otro escritor con un tema similar, A sangre fría de Truman Capote.
La obra describe un México que a todos nos parece reconocible y que desgraciadamente no se quedó en el pasado sino que es el de todos los días.
Un clásico. Mi hija lo acabó de leer y aproveché para leerlo otra vez, con obsesión, sin soltarlo hasta terminar, en dos días. Tenemos varios libros del autor, a mi me gustan especialmente los de relatos cortos, que son los más jocosos.
El autor narra con estilo periodístico el caso de las Poquianchis, las lenonas famosas de los 60s. Al ver la descripción, se da uno cuenta que las tramas de corrupción, crimen y desamparo de los débiles siguen intactas en el México actual.
Ibargüengoitia describe con prosa sencilla, pero eficaz, las circunstancias de la degradación del negocio de dos madrotas. A primera vista, las lenonas son culpables de todos los delitos imaginables, pero con esta descripción uno puede darse cuenta que las victimarias también son víctimas y se encuentran conexiones a la obra de otro escritor con un tema similar, A sangre fría de Truman Capote.
La obra describe un México que a todos nos parece reconocible y que desgraciadamente no se quedó en el pasado sino que es el de todos los días.
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