43. ESTAS RUINAS QUE VES.
Jorge Ibargüengoitia.
Alguien está recirculando las obras de Ibargüengoitia en la casa y aproveché para releer, obsesivamente, este libro. Me volvió a parecer bueno. Es una comedia ligera que se lee suavemente y que casi cada párrafo ocasiona una carcajada o al menos una sonrisa. El autor ha sido un poco dejado de lado de entre los grandes escritores del siglo pasado y quizás es por esta característica. Sin embargo, su capacidad para escribir sencillamente y su conocimiento de la idiosincracia mexicana es notable.
La obra trata de un profesor universitario que regresa a su terruño y se enreda en amores con algunas damas. Por ahí aparece la noticia de las lenonas conocidas como las Poquianchis y cómo planea escribir un libro acerca de esto, de 600 páginas. Es Las muertas, que reseñé antes.
Algo que me perturba es la amoralidad (o inmoralidad) con que el autor describe los enredos del personaje principal. Posiblemente se trate de un episodio autobiográfico, dado que como es su costumbre, el autor usa seudónimos de lugares (los famosos Cuévano y Pedrones) y personas.
De cualquier manera, el autor refleja el espíritu de la época, los 60s y 70s, cuando estaba en auge lo de la liberación femenina, el peace and love, etc.
Alguien está recirculando las obras de Ibargüengoitia en la casa y aproveché para releer, obsesivamente, este libro. Me volvió a parecer bueno. Es una comedia ligera que se lee suavemente y que casi cada párrafo ocasiona una carcajada o al menos una sonrisa. El autor ha sido un poco dejado de lado de entre los grandes escritores del siglo pasado y quizás es por esta característica. Sin embargo, su capacidad para escribir sencillamente y su conocimiento de la idiosincracia mexicana es notable.
La obra trata de un profesor universitario que regresa a su terruño y se enreda en amores con algunas damas. Por ahí aparece la noticia de las lenonas conocidas como las Poquianchis y cómo planea escribir un libro acerca de esto, de 600 páginas. Es Las muertas, que reseñé antes.
Algo que me perturba es la amoralidad (o inmoralidad) con que el autor describe los enredos del personaje principal. Posiblemente se trate de un episodio autobiográfico, dado que como es su costumbre, el autor usa seudónimos de lugares (los famosos Cuévano y Pedrones) y personas.
De cualquier manera, el autor refleja el espíritu de la época, los 60s y 70s, cuando estaba en auge lo de la liberación femenina, el peace and love, etc.
Comentarios
Publicar un comentario