148. El poder y la gloria. Graham Greene.

 

Intensa.

Ahora sí busqué a un maestro de la literatura. Este libro lo escribió el autor en 1940 a partir de un viaje que realizó a Mexico dos años antes.

Greene fue uno de los ultimos exploradores de Su Majestad británica, anduvo en países en los que pocos se han atrevido visitar, de Africa y América Latina. Por cierto, sus trabajos de periodista  y escritor los combinó con el de espía. En los años previos a la segunda guerra mundial, el Imperio se preocupaba por saber dónde pisaba.

La novela, aunque corta, es intensa. Lenguaje preciso, rico, con buen ritmo y buena traducción. En algunos casos las metáforas aparecen obscuras o inentendibles. Greene, el inventor según del thriller y precursor de los bestsellers, hace subir la tensión hasta niveles superiores y entrega la mejor de sus obras. 

La trama ya se puede contar después de casi un siglo: en un México todavia convulso post Revolución, persisten lugares de pobreza y horror como Tabasco, con persecución religiosa, en el que los sacerdotes están proscritos y se les juzga y ejecuta por traición. En esos pueblos miserables un cura, alcohólico confeso, ha perdido el rumbo real y el imaginario, y anda a salto de mata evadiendo a la policía. Al final, en una situación que recuerda al martirio de los primeros cristianos, se deja engañar para entregarse al fusilamiento. Al autor le parece correcto no dar el nombre del cura, pero tampoco el de la capital o el estado donde se desarrolla el drama. No importa, la pobreza económica y moral que describe puede estar en cualquier geografía de nuestro continente latino.

En general no me gusta leer obras de extranjeros que tratan de entender (y fallan) nuestro país o sociedad. Normalmente se quedan arañando la superficie, estupefactos ante las cosas que no captan o no logran asimilar. Esta novela no es la excepción, pero al final es un buen intento porque no cae en el folklorismo ni exclusivamente en la visión yanqui de que somos un pueblo perdido e idólatra. Sirve mucho el que Greene se conviertiera al catolicismo en sus años mozos.

El otro libro que escribió sobre el viaje mexicano es Caminos sin ley. Su título no deja lugar a dudas sobre lo que pensaba Greene de estas latitudes tropicales y miserables.